En primer lugar, el francés no se habla exclusivamente en Francia. Esta lengua es ampliamente hablada en todo el mundo y es el idioma oficial en 29 países diferentes. La región de Quebec en Canadá, Bélgica, Suiza y en algunas regiones de África son solo algunos de los muchos lugares en los que el alcance del francés ha tenido una gran influencia, adoptando en cada lugar su propio y único carácter cultural.

El francés es una de las lenguas romances más importantes, junto con el portugués, el italiano, el rumano, el catalán y el español. Aunque el francés aparece en muchas películas como una lengua romántica, las lenguas romances se originaron en la época romana y todas proceden del latín, aunque después hayan podido tener cada una diferentes influencias. El francés tuvo un gran impacto en la sociedad, y reemplazó al latín en el siglo XVII como el lenguaje de la diplomacia para las relaciones internacionales. De hecho, hasta hoy el francés es el segundo idioma oficial de las Naciones Unidas y de la Unión Europea.

Una de las razones más atractivas para aprender francés es poder viajar a Francia. Con Francia como destino turístico número uno en el mundo es comprensible que mantener las tradiciones y la cultura viva sea muy importante, mientras que la evolución de la industria del turismo siga en aumento. La gente viaja a Francia para experimentar la autenticidad y por eso aprender francés es una puerta de entrada para interactuar con la gente y su cultura; de otro modo, no habría forma alguna de comunicarse. Los franceses se enorgullecen de su cultura, y muestran un gran respeto si haces el esfuerzo de comunicarte mientras los visitas.

El francés es un lenguaje fascinante que va más allá de la lengua y ejerce su influencia en diferentes aspectos lingüísticos, como los refranes y expresiones que se han infiltrado en idiomas de todo el mundo. Aprender francés es más que hablar el idioma, es también aprender un estilo de vida exclusivo y exquisito.